El término pasaje proviene de las escuelas de canto de los siglos XVI y XVII, época del apogeo belcantista, en donde prevaleció la idea de cantar los registros de pecho y falsetto con una misma emisión, intentando homegeneizar los dos registros.
Más tarde en el siglo XIX el tenor Duprez, al cantar por primera vez el Guillermo Tell de Rossini con voz plena, da lugar a una nueva pedagogía del canto (aperto ma coperto) en el que para afrontar las notas agudas en lugar de recurrir al falsetto, se cubre la voz, uniendo los dos registros; aunque realmente no es el mismo registro sino dos registros diferentes que se pueden aproximar en cuanto a su timbre.
Cambia entonces el concepto de pasaje, porque pareciera que no hay diferentes tipos de emisión, sino que dentro del mismo registro hay que realizar alguna modificación o cambio para poder seguir ascendiendo hacia la zona aguda a partir de la cobertura del sonido.
(Voz Mediano,Burgos Ruiz, Montilla Ibañez) "La COBERTURA no es más que una artimaña para distraernos mientras ascendemos hacia el agudo, de manera que mientras pensamos en poner cara de bobo y cubrir el sonido, se relajan los músculos que de otra forma estaban constreñidos favoreciendo al descenso laringeo".
De esta forma se consigue un efecto fundamental para realizar el pasaje: la relajación de la musculatura laringea, y aparte esta función distractiva colabora en la obtención de un timbre más redondeado, más completo en armónicos, sumándose graves y también a elongar y ensanchar el tubo resonador, lo que permite que ese cambio entre el registro medio y el agudo (pasaje) no sea tan evidente.
Podemos observar que hay Maestros de canto que utilizan movimientos al realizar el pasaje, por ejemplo agacharse o inclinar la cabeza hacia abajo, etc. Lo que se busca, es distraer al cantante en el momento de entrar en la zona crucial, para que pierda la atención y tensión sobre su laringe, favoreciendo la relajación de la musculatura.
Un estudio realizado en 1986 por Klinglotz, el cual demuestra por medio de la electromiografía que alrededor de los 300/400 Hz, la actividad muscular sufre cambios; antes de ese cambio la actividad del músculo TA se va incrementando de forma progresiva y rápida, en tanto la del músculo CT aumenta en forma más lenta, pero al llegar a los 300/400 Hz el TA se realaja bruscamente y su actividad es practicamente nula, en cambio el CT multiplica su acción hasta los límites que lo hacía en TA.
Si observamos una estroboscopía también podemos ver como en la producción de sonidos agudos hay una participiación del CAL que tensa las cuerdas vocales junto con el CT, llevando las apófisis vocales hacia la linea media, hacia abajo y hacia atrás, no sólo ayudando al estiramiento, sino favoreciendo que las CV se mantengan en un plano horizontal, que de no ser por la participación del CAL, se perdería, inclinandose hacia abajo por la parte anterior, al bascular el tirioides sobre el cricoides por la acción del CT. Por lo tanto mientras que CT y el CAL se contraen, el TA se relaja permitiendo así que los otros dos puedan realizar su función. Podríamos decir entonces, que el pasaje no es más que un cambio en la actividad muscular en algunos de los músculos glóticos al llegar a determinada frecuencia. Para que se produzca ese reajuste se necesita que el TA se relaje, ya que el aumento de la actividad del CAL y del CT va a la par con el creciente aumento del tono frecuencial.
(Susana Naidich, 1981) dice que la cobertura es un proceso de acomodamiento de la cavidad bucofaríngea, y que reconocer el punto exacto del pasaje en una voz es uno de los factores decisivos en la clasificación vocal.
Si alguien quisiese ascender por encima del pasaje sin realizarlo, o sea sin adaptar la musculatura obtendria un sonido tenso y apretado y de menor extensión que realizando el cambio muscular. Por eso los cantantes de música Pop y moderna, emiten notas agudas sin hacer ningún pasaje o bien en falsetto o a plena voz lo que genera un sonido tenso, sin vibrato con poca proyección, y con fuerte presión de aire sobre las cuerdas vocales las que chocan fuertemente en cada ciclo glótico, favoreciendo la aparición de diferentes patologías. Recordemos que cuando se relaja el TA, el CT y el CAL cumplen su función y tensan las CV y disminuye la superficie de vibración aumentando así la frecuencia, el choque entre ambas CV es menos violento por la propia relajación del músculo vocal y por lo tanto menos dañino.
DEFINICIÓN: El pasaje es el cambio actividad muscular que se produce a nivel glótico a determinada frecuencia, alrededor de los 300/400 Hz y que requiere de la relajación del músculo TA, para que la elongación de la CV, que producen la contracción el CT y el CAL, se lleve a cabo sin tensiones.
ENTONCES.....¿ CÓMO REALIZAMOS EL PASAJE ?....
No podemos ejercer control sobre la musculatura glótica, por eso debemos ayudarnos con imágenes y estrategias que permitan la relajación.
Es así que recurrimos a lo que llamamos COBERTURA. Esta favorece la distracción en el momento del pasaje disminuyendo también la impedancia al paso del aire, esto permite enviar el sonido a los resonadores superiores y favorece la relajación del TA.
Algo a tener en cuenta es buscar el apoyo del sonido lo más alto posible, en la máscara o punto de Maurán.
Hay que ir lentamente dado que no es tarea fácil, llevar el sonido a esa región ubicada por encima de los dientes superiores; lo que conlleva a enviar mayor presión subglótica en los jóvenes principiantes. Con el tiempo y la práctica cada vez menos presión se necesitará enviar para poder alcanzar esa zona resonancial.
ALGUNOS TIPS QUE AYUDAN A REALIZAR EL PASAJE:
CUBRIR EL SONIDO: disminuir la impedancia y relajar la musculatura, por ejemplo empleando movimientos que distraigan la atención y generen tensiones innecesarias. No hay que hacer esfuerzos involuntarios, sólo buscar un timbre redondeado, relajando la mandíbula para que el aire fluya libremente.
"relajar, relajar, relajar......."
APOYO DEL SONIDO: buscarlo lo más alto posible, con paciencia se consigue. Si no se perciben demasiadas tensiones, se puede trabajar con las vocales I y E ya que proporcionan apoyo anterior mucho más que la A y la O. Aunque siempre aconsejo trabajar los pasajes con A o con O ; incluso en el agudo colocar la U ya que ésta favorece el descenso laríngeo.
Pero recordemos que no hay una técnica para todos los alumnos, y cada uno tiene una dificultad diferente, a unos les va bien una ú otra técnica ó una ú otra vocal.
Lo importante es conseguir la redondez y que el sonido esté sustentado por la respiración, costal y abdominal que nos permita mantener la columna de aire constante.
¿CUÁNDO REALIZAMOS EL PASAJE?
Es aconsejable realizarlo dos o tres notas previas al cambio, buscando apoyar el sonido en la zona alta, relajando y cubriendo ese sonido.
Algunos pedagogos proponen cantar todo con voz de cabeza. Si bien es cierto que si desde el registro grave iniciamos un apoyo en la máscara, en el momento del pasaje dificilmente encontremos dificultad para seguir ascendiendo, pero es cierto también que nos puede acarrar dos problemas....
El primero, es que para colocar los sonidos de cabeza en zona grave se necesita mayor presión subglótica, si cabe, que en los agudos la velocidad del flujo aéreo es mucho menor. Esto daría lugar a que nos acostumbraremos a poner mucha tensión desde el inicio,de manera que cuando llegamos al agudo seguimos forzando demasiado esa colocación y podemos olvidad de relajar y cubrir, lo que puede traer como consecuencia la estrechez de los sonidos I/E y dificultar en gran medida un control fino de nuestra emisión, o sea dificultar la realización de filados o iniciar el agudo desde un piano o mezza di voce, sin olvidar el daño glótico que significa cantar todo el tiempo con tanta presión subglótica.
El segundo, raramente solventable sin cambiar la forma de emisión y es que sin duda el sonido adquiere una buena proyección por el exceso de armónicos sobreagudos y refuerzo de F4 y F5, pero el timbre sufre nasalización excesiva en los graves y en los agudos puede percibirse como chillado por esa preponderancia de armónicos agudos y pocos armónicos graves, adquieriendo también un matiz demasiado metálico e incisivo.
Por eso es más aconsejable una utilización indiscriminada de todas las playas resonanciales; con predominancia de la buco-faringo-laríngea en los graves y medios, pero con cierta colaboración alta, y predominancia de resonancias altas en agudos. De esta forma la riqueza de armónicos será mayor y el timbre más redondo.
Lic. Daniel Guzmán
Fonoaudiólogo MN 8815 MP 4697
Hospital San Juan de Dios
Cantante Lírico
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