Los docentes son clara muestra del esfuerzo vocal que producen aumentando continuamente su intensidad al dar clase. Caen casi en el grito en algunas oportunidades, por ejemplo cuando necesitan pedir orden a los alumnos, siendo esto una constante en los profesores de educación física cuyas condiciones fonatorias son fatales.
Síntomas: Los síntomas que debe tener en cuenta el docente, como profesional de la voz, para realizar una consulta a un especialista son:
La voz empeora a lo largo del día.
Debe repetir lo que dice varias veces.
Debe hacer fuerza para hablar.
Siente dolor en el cuello y/o espalda cuando habla mucho.
Síntomas: Los síntomas que debe tener en cuenta el docente, como profesional de la voz, para realizar una consulta a un especialista son:
La voz empeora a lo largo del día.
Debe repetir lo que dice varias veces.
Debe hacer fuerza para hablar.
Siente dolor en el cuello y/o espalda cuando habla mucho.
La voz se va agotando cuando lee en voz alta.
La voz empeora a lo largo del ciclo lectivo.
Siente que el aire se agota en medio de una frase.
La voz se corta.
Después de dar clase no quiere seguir hablando.
La voz suena cansada en las mañanas.
Tiene sensación de cuerpo extraño en la garganta.
Siente ronquera, dolor o ardor al hablar.
La voz empeora a lo largo del ciclo lectivo.
Siente que el aire se agota en medio de una frase.
La voz se corta.
Después de dar clase no quiere seguir hablando.
La voz suena cansada en las mañanas.
Tiene sensación de cuerpo extraño en la garganta.
Siente ronquera, dolor o ardor al hablar.
El grupo que abarca a los docentes se puede dividir en:
Maestros/as de jardín de infantes.
Maestros de grado.
Profesores secundarios y universitarios.
Profesores de educación física.
Maestros de música.
Animadores de fiestas
Maestros de jardín de infantes:
Este grupo tiene un trabajo vocal muy exigido. Deben utilizar permanentemente su voz con los niños para mantener su atención, cantan, bailan, leen cuentos, entre otras cosas. Actúan y ponen en acción constante su cuerpo, sus gestos, su mirada, su voz.
Durante la lectura de cuentos deben jugar con los tonos y las intensidades, pasan de una voz aguda o superaguda más intensa de lo habitual, clara y hasta desbordada (pajarito), a otras voces más agresivas, chillona, hiriente y autoritaria (la bruja) o más dulces y comprensivas (como la mamá), según el personaje que hagan.
A todo eso, dicho anteriormente, también se suman los cambios de postura constante: en cuclillas, sentadas, bailando, caminando, tiradas en el piso, etc. Entonces se podría deducir que, si no tiene un correcto manejo de su voz es inevitable caer en la patología vocal o en el cansancio vocal.
Cuando cantan canciones infantiles deben usar su voz en diferentes formas, pasando de resonancia en resonancia (de pecho, hiper o hiponasalizada, desbordada, etc.), utilizando cambio de intensidades (fuerte, muy fuerte, débil, etc.) y si pasan de la voz cantada a la hablada el esfuerzo es mucho mayor.
Cuando explican algo, o dan consignas de trabajo su voz debe ser potente y muy clara: cuando lo inducen al descanso esta debe ser suave, dulce y tranquilizadora.
Las patologías vocales más frecuentes son:
Hipotonía cordal posterior a la hipotonía cordal con laringe hipertónica (dismetría medial o ánteroposterior). La anterior con el agregado de patología nodular (en cualquiera de sus formas).
Docentes de Grado: El docente de grado utiliza la voz durante muchas horas continuadas y casi sin descanso. Si tiene un solo turno escolar habla durante 4 o 5 horas seguidas y tal vez luego descansar, pero si tiene dos turnos (o tal vez tres) agrede mucho más su voz sin opción al descanso. Usualmente los grados primarios son numerosos en cantidad de alumnos, y hablan fuerte, gritan, se ríen, y esto implica que el maestro, pida silencio casi constantemente. La acústica de las aulas, no contribuye ni a aumentar el volumen de la voz (cuerpo de la voz, espacio que abarca esta) ni su proyección debido, al maestro, forzar su emisión a fin de que esta pueda ser oída por todos. Aumenta su intensidad alejándose del tono cómodo. Cuando explica algo, el docente, escribiendo en el pizarrón, está con el brazo alto, tensando sus hombros y toda la zona de la cintura escapular. También hay otro factor importante, que es el polvo de la tiza, que este polvo seca las mucosas y aumenta el factor nocivo.
Profesores de Escuela Media (secundario) y Universitarios: Estos profesores, tal vez, dañan un poco menos su voz que los anteriores, ya que trabajan con alumnos más grandes en edad (lo que no siempre es garantía, por supuesto). A veces también tienen un lapso más prolongado de descanso entre horas de clase. Otros salen de un establecimiento para ir a otro y así corren todo el día, salpicando su actividad vocal con el esfuerzo físico.
Profesores de Educación Física: Esta clase de docente es, probablemente la que fuerza y deteriora más su voz. Deben hablar casi permanentemente a la intensidad fuerte y muy fuerte, y por lo general derivando en el grito y en ambientes que no están preparados para esto: el aire libre, clubes, campos de deporte, gimnasios con mala acústica, ya que tiene demasiada reverberación, patios muy grandes, entre otros.
Muchas veces realizan la actividad física con sus alumnos mientras dan la clase lo que implica esfuerzo físico y vocal al mismo tiempo.
Todos estos factores de emisión provocan tensión generalizada y en sus laringes y en la musculatura perilaríngea también.
En los gimnasios con extrema reverberación es más fácil que el sonido llegue antes pero el mensaje se distorsiona con más facilidad, por lo que el profesor debe saber emitir con su voz y articular claramente la palabra para que pueda ser comprendida.
Docentes de Música: Habitualmente los docentes de música no están vocalmente preparados para la actividad del canto. Son docentes de piano pero no de canto que se las arreglan para ensenarles a entonar.
Cuando se hacen las correcciones a sus alumnos deben pasar de la voz cantada a la voz hablada y también dar las notas o nota en cada cuerda (alta, media y baja) cambiando su propio tono e intensidad.
Animadores de Fiestas: Estos realizan tanto esfuerzo vocal como los docentes de jardín de infantes, de grado y de educación física.
Características de emisión:
Signos audibles: Aumento de intensidad.
Aumento de tono.
Ataques duros y golpeados.
Finales truncos.
Ritmo del habla acelerado.
Articulación hiper exagerada.
Incoordinación fonorespiratoria.
Signos visuales: Tensión en cintura escapular.
Tensión facial.
Tensión mandibular.
Síntomas: Constricción laríngea.
Sensación de cuerpo extraño en laringe.
Tensión mandibular.
Patologías más frecuentes:
Hipertonía laríngea con hiperfunción cordal.
Hipertonía laríngea con hipotonía cordal posterior a la hiperfunción (con constricción o dismetría medial o ánteroposterior).
Patología anterior con compromiso nodular o polipoideo.
Fonación de bandas declaradas.
La intensidad vocal o potencia vocal: La intensidad o potencia vocal se refiere a lo comúnmente mal llamado volumen de la voz.
Esta potencia, que puede ser débil, media o fuerte, está dada fundamentalmente por la presión que ejerce el aire desde la base de los pulmones sobre las cuerdas vocales.
La intensidad de la voz abarca desde el grito al susurro.
Los docentes son clara muestra del esfuerzo vocal que producen aumentando continuamente su intensidad al dar clase. Caen casi en el grito en algunas oportunidades, como por ejemplo cuando necesitan pedir orden a los alumnos, siendo esto una constante en los profesores de educación física cuyas condiciones fonatorias son fatales.
Algunos consejitos para los docentes
Procurar, que la clase explicativa sea en un momento de silencio en que los alumnos puedan mantener la atención. De lo contrario pasar a una actividad escrita, sugerida por el docente para que el alumno tenga un rol más activo y el docente pueda hacer descansar parcialmente su voz.
Recreos: aprovechar ese tiempo para descansar y no usarlo para hablar con otros maestros en el patio o donde los alumnos hacen bullicio (dentro de lo posible).
Si debiera hablar: buscar un tono grave o agravado con respecto al que usó para dar la clase, exagerando la articulación de la palabra para que el sonido corra más.
Si tiene reflujo gastroesofágico: evitar tomar café, mate o bebida irritativa en ese lapso del recreo para que el ácido del estómago no dañe más su laringe.
Bajar la lengua internamente dentro de la boca para que todo el complejo lengua – laringe puede elongarse hacia abajo y así logra la eutonía de la zona.
Con labios juntos también concentrarse, en el velo del paladar el cual ascenderse casi a la posición del bostezo y de esta manera relajarse la zona.
Cualidades vocales generales:
Para comenzar con un correcto trabajo vocal, debemos saber primero cuales son las cualidades de la voz:
Intensidad: la intensidad de un sonido es la mayor o menor fuerza con que ese sonido hiere al oído. En la voz, la intensidad está dada por la presión aérea que, al variar, da diferentes matices, desde el muy fuerte hasta el muy débil, dependiendo de la amplitud de las vibraciones sonoras. La intensidad es energía.
Tono o altura: la altura de un sonido depende del número de vibraciones, más agudo será el sonido. Cada sonido tiene doble número de vibraciones que su octava justa inferior. La altura de los sonidos se clasifica en grave o baja, media y aguda o alta.
El tono de la voz se refiere a la o las notas musicales en la que las cuerdas vocales se encuentran más cómodas cuando fonan. El ser humano no habla en un solo tono de voz sino en una gama de alrededor 5 tonos (escala pentantónica).
Timbre: el timbre es el carácter especial y propio de los sonidos de cada instrumento musical, incluida en la laringe humana. Nos permite conocer dos sonidos diferentes que, sin embargo, pueden tener la misma altura e intensidad. El timbre resulta la fusión de los armónicos que se unen al sonido fundamental, entendiéndose por armónicos los múltiples enteros de la frecuencia fundamental.
El timbre es el carácter y particular de cada voz. Se trata de una característica totalmente personal y se refiere a las cualidades que toma el sonido al estar bien colocado en los resonadores.
Resonancia: es la vibración sincrónica de un cuerpo con otro que produce sonido, aumentando su volumen. La frecuencia de resonancia es aquella que vibra en el cuerpo. La vibración de una cuerda pone en movimiento al aire contenido en la caja, la cual comienza a vibrar amplificando el sonido. El sonido laríngeo es un sonido muy débil que necesita ser amplificado por la caja de resonancia. Al colocar la voz en los resonadores, por medio del trabajo de impostación, se va logrando una serie de sensaciones internas que son las que van a formar el esquema corporal vocal. Este esquema corporal vocal es tomar conciencia de las sensaciones internas que produce el sonido vocal (canal interoceptivo).
Volumen: el volumen del sonido es su densidad, su cuerpo. El volumen del sonido, cualquiera sea su intensidad, exige siempre una gran amplitud de los órganos fonoarticuladores, lo que brinda una mayor capacidad del cuerpo sonoro.
Extensión: la extensión se refiere a la gama de notas que una voz puede abarcar, desde la nota más grave hasta las más aguda; tanto en forma cómoda como incómoda.
Tesitura: es la gama de notas que una voz puede emitir en forma cómoda, pareja y tímbricamente homogénea.
Consejos para la higiene vocal:
Resulta importante aconsejar a los docentes sobre las pautas que debe seguir durante el tratamiento y después que haya finalizado el mismo, para la recuperación y preservación de su voz. El docente debe:
Recordar que la voz es su instrumento de trabajo.
Evitar hablar sin una técnica adecuada a las necesidades personales.
Procurar no fumar (inflama las cuerdas vocales y quita capacidad aérea).
Evitar consumir bebidas alcohólicas y café en exceso (ambos producen también irritación).
Evitar comer alimentos picantes y pesados.
Evitar la prolongada exposición al sol durante períodos laborables (este edematiza las cuerdas vocales y disfoniza).
Procurar dormir entre 6 y 8 horas y en un ambiente ventilado.
Hacer economía vocal.
No gritar (habitualmente).
No hablar mucho por teléfono.
Evitar, en lo posible, la ropa que no permita una cómoda respiración.
No hablar con poco aire.
Automatizar la respiración adecuada a los fines del habla.
No abusar de la calefacción o el aire acondicionado
Evitar el carraspeo brusco y sonoro.
Evitar hablar con poco aire.
No competir con ruido externo.
Evitar la bocanada de aire al hablar.
Maestros de grado.
Profesores secundarios y universitarios.
Profesores de educación física.
Maestros de música.
Animadores de fiestas
Maestros de jardín de infantes:
Este grupo tiene un trabajo vocal muy exigido. Deben utilizar permanentemente su voz con los niños para mantener su atención, cantan, bailan, leen cuentos, entre otras cosas. Actúan y ponen en acción constante su cuerpo, sus gestos, su mirada, su voz.
Durante la lectura de cuentos deben jugar con los tonos y las intensidades, pasan de una voz aguda o superaguda más intensa de lo habitual, clara y hasta desbordada (pajarito), a otras voces más agresivas, chillona, hiriente y autoritaria (la bruja) o más dulces y comprensivas (como la mamá), según el personaje que hagan.
A todo eso, dicho anteriormente, también se suman los cambios de postura constante: en cuclillas, sentadas, bailando, caminando, tiradas en el piso, etc. Entonces se podría deducir que, si no tiene un correcto manejo de su voz es inevitable caer en la patología vocal o en el cansancio vocal.
Cuando cantan canciones infantiles deben usar su voz en diferentes formas, pasando de resonancia en resonancia (de pecho, hiper o hiponasalizada, desbordada, etc.), utilizando cambio de intensidades (fuerte, muy fuerte, débil, etc.) y si pasan de la voz cantada a la hablada el esfuerzo es mucho mayor.
Cuando explican algo, o dan consignas de trabajo su voz debe ser potente y muy clara: cuando lo inducen al descanso esta debe ser suave, dulce y tranquilizadora.
Las patologías vocales más frecuentes son:
Hipotonía cordal posterior a la hipotonía cordal con laringe hipertónica (dismetría medial o ánteroposterior). La anterior con el agregado de patología nodular (en cualquiera de sus formas).
Docentes de Grado: El docente de grado utiliza la voz durante muchas horas continuadas y casi sin descanso. Si tiene un solo turno escolar habla durante 4 o 5 horas seguidas y tal vez luego descansar, pero si tiene dos turnos (o tal vez tres) agrede mucho más su voz sin opción al descanso. Usualmente los grados primarios son numerosos en cantidad de alumnos, y hablan fuerte, gritan, se ríen, y esto implica que el maestro, pida silencio casi constantemente. La acústica de las aulas, no contribuye ni a aumentar el volumen de la voz (cuerpo de la voz, espacio que abarca esta) ni su proyección debido, al maestro, forzar su emisión a fin de que esta pueda ser oída por todos. Aumenta su intensidad alejándose del tono cómodo. Cuando explica algo, el docente, escribiendo en el pizarrón, está con el brazo alto, tensando sus hombros y toda la zona de la cintura escapular. También hay otro factor importante, que es el polvo de la tiza, que este polvo seca las mucosas y aumenta el factor nocivo.
Profesores de Escuela Media (secundario) y Universitarios: Estos profesores, tal vez, dañan un poco menos su voz que los anteriores, ya que trabajan con alumnos más grandes en edad (lo que no siempre es garantía, por supuesto). A veces también tienen un lapso más prolongado de descanso entre horas de clase. Otros salen de un establecimiento para ir a otro y así corren todo el día, salpicando su actividad vocal con el esfuerzo físico.
Profesores de Educación Física: Esta clase de docente es, probablemente la que fuerza y deteriora más su voz. Deben hablar casi permanentemente a la intensidad fuerte y muy fuerte, y por lo general derivando en el grito y en ambientes que no están preparados para esto: el aire libre, clubes, campos de deporte, gimnasios con mala acústica, ya que tiene demasiada reverberación, patios muy grandes, entre otros.
Muchas veces realizan la actividad física con sus alumnos mientras dan la clase lo que implica esfuerzo físico y vocal al mismo tiempo.
Todos estos factores de emisión provocan tensión generalizada y en sus laringes y en la musculatura perilaríngea también.
En los gimnasios con extrema reverberación es más fácil que el sonido llegue antes pero el mensaje se distorsiona con más facilidad, por lo que el profesor debe saber emitir con su voz y articular claramente la palabra para que pueda ser comprendida.
Docentes de Música: Habitualmente los docentes de música no están vocalmente preparados para la actividad del canto. Son docentes de piano pero no de canto que se las arreglan para ensenarles a entonar.
Cuando se hacen las correcciones a sus alumnos deben pasar de la voz cantada a la voz hablada y también dar las notas o nota en cada cuerda (alta, media y baja) cambiando su propio tono e intensidad.
Animadores de Fiestas: Estos realizan tanto esfuerzo vocal como los docentes de jardín de infantes, de grado y de educación física.
Características de emisión:
Signos audibles: Aumento de intensidad.
Aumento de tono.
Ataques duros y golpeados.
Finales truncos.
Ritmo del habla acelerado.
Articulación hiper exagerada.
Incoordinación fonorespiratoria.
Signos visuales: Tensión en cintura escapular.
Tensión facial.
Tensión mandibular.
Síntomas: Constricción laríngea.
Sensación de cuerpo extraño en laringe.
Tensión mandibular.
Patologías más frecuentes:
Hipertonía laríngea con hiperfunción cordal.
Hipertonía laríngea con hipotonía cordal posterior a la hiperfunción (con constricción o dismetría medial o ánteroposterior).
Patología anterior con compromiso nodular o polipoideo.
Fonación de bandas declaradas.
La intensidad vocal o potencia vocal: La intensidad o potencia vocal se refiere a lo comúnmente mal llamado volumen de la voz.
Esta potencia, que puede ser débil, media o fuerte, está dada fundamentalmente por la presión que ejerce el aire desde la base de los pulmones sobre las cuerdas vocales.
La intensidad de la voz abarca desde el grito al susurro.
Los docentes son clara muestra del esfuerzo vocal que producen aumentando continuamente su intensidad al dar clase. Caen casi en el grito en algunas oportunidades, como por ejemplo cuando necesitan pedir orden a los alumnos, siendo esto una constante en los profesores de educación física cuyas condiciones fonatorias son fatales.
Algunos consejitos para los docentes
Procurar, que la clase explicativa sea en un momento de silencio en que los alumnos puedan mantener la atención. De lo contrario pasar a una actividad escrita, sugerida por el docente para que el alumno tenga un rol más activo y el docente pueda hacer descansar parcialmente su voz.
Recreos: aprovechar ese tiempo para descansar y no usarlo para hablar con otros maestros en el patio o donde los alumnos hacen bullicio (dentro de lo posible).
Si debiera hablar: buscar un tono grave o agravado con respecto al que usó para dar la clase, exagerando la articulación de la palabra para que el sonido corra más.
Si tiene reflujo gastroesofágico: evitar tomar café, mate o bebida irritativa en ese lapso del recreo para que el ácido del estómago no dañe más su laringe.
Bajar la lengua internamente dentro de la boca para que todo el complejo lengua – laringe puede elongarse hacia abajo y así logra la eutonía de la zona.
Con labios juntos también concentrarse, en el velo del paladar el cual ascenderse casi a la posición del bostezo y de esta manera relajarse la zona.
Cualidades vocales generales:
Para comenzar con un correcto trabajo vocal, debemos saber primero cuales son las cualidades de la voz:
Intensidad: la intensidad de un sonido es la mayor o menor fuerza con que ese sonido hiere al oído. En la voz, la intensidad está dada por la presión aérea que, al variar, da diferentes matices, desde el muy fuerte hasta el muy débil, dependiendo de la amplitud de las vibraciones sonoras. La intensidad es energía.
Tono o altura: la altura de un sonido depende del número de vibraciones, más agudo será el sonido. Cada sonido tiene doble número de vibraciones que su octava justa inferior. La altura de los sonidos se clasifica en grave o baja, media y aguda o alta.
El tono de la voz se refiere a la o las notas musicales en la que las cuerdas vocales se encuentran más cómodas cuando fonan. El ser humano no habla en un solo tono de voz sino en una gama de alrededor 5 tonos (escala pentantónica).
Timbre: el timbre es el carácter especial y propio de los sonidos de cada instrumento musical, incluida en la laringe humana. Nos permite conocer dos sonidos diferentes que, sin embargo, pueden tener la misma altura e intensidad. El timbre resulta la fusión de los armónicos que se unen al sonido fundamental, entendiéndose por armónicos los múltiples enteros de la frecuencia fundamental.
El timbre es el carácter y particular de cada voz. Se trata de una característica totalmente personal y se refiere a las cualidades que toma el sonido al estar bien colocado en los resonadores.
Resonancia: es la vibración sincrónica de un cuerpo con otro que produce sonido, aumentando su volumen. La frecuencia de resonancia es aquella que vibra en el cuerpo. La vibración de una cuerda pone en movimiento al aire contenido en la caja, la cual comienza a vibrar amplificando el sonido. El sonido laríngeo es un sonido muy débil que necesita ser amplificado por la caja de resonancia. Al colocar la voz en los resonadores, por medio del trabajo de impostación, se va logrando una serie de sensaciones internas que son las que van a formar el esquema corporal vocal. Este esquema corporal vocal es tomar conciencia de las sensaciones internas que produce el sonido vocal (canal interoceptivo).
Volumen: el volumen del sonido es su densidad, su cuerpo. El volumen del sonido, cualquiera sea su intensidad, exige siempre una gran amplitud de los órganos fonoarticuladores, lo que brinda una mayor capacidad del cuerpo sonoro.
Extensión: la extensión se refiere a la gama de notas que una voz puede abarcar, desde la nota más grave hasta las más aguda; tanto en forma cómoda como incómoda.
Tesitura: es la gama de notas que una voz puede emitir en forma cómoda, pareja y tímbricamente homogénea.
Consejos para la higiene vocal:
Resulta importante aconsejar a los docentes sobre las pautas que debe seguir durante el tratamiento y después que haya finalizado el mismo, para la recuperación y preservación de su voz. El docente debe:
Recordar que la voz es su instrumento de trabajo.
Evitar hablar sin una técnica adecuada a las necesidades personales.
Procurar no fumar (inflama las cuerdas vocales y quita capacidad aérea).
Evitar consumir bebidas alcohólicas y café en exceso (ambos producen también irritación).
Evitar comer alimentos picantes y pesados.
Evitar la prolongada exposición al sol durante períodos laborables (este edematiza las cuerdas vocales y disfoniza).
Procurar dormir entre 6 y 8 horas y en un ambiente ventilado.
Hacer economía vocal.
No gritar (habitualmente).
No hablar mucho por teléfono.
Evitar, en lo posible, la ropa que no permita una cómoda respiración.
No hablar con poco aire.
Automatizar la respiración adecuada a los fines del habla.
No abusar de la calefacción o el aire acondicionado
Evitar el carraspeo brusco y sonoro.
Evitar hablar con poco aire.
No competir con ruido externo.
Evitar la bocanada de aire al hablar.
Terapéutica:
Una disfonía responde a una alteración del tono muscular de la laringe, que conduce a una distonía de la musculatura cordal y pericordal. Esta distonía laríngea es la que acarrea todas las alteraciones funcionales de la voz.
Dice J.C. Coste: “La hipertonía es causa de malestar si no logra resolverse en una actividad equivalente”. Es energía mal canalizada o estancada en el cuerpo. Según H. Wallon tono y emoción son dos caras de la misma moneda.
Uno de los objetivos de la terapéutica vocal es “armar” o “re-armar” el camino vocal en pos de la afluencia natural de la voz.
Hipertonía laríngea con hiperfunción cordal: Este estado refiere a una tensión generalizada de la laringe con cuerdas en hiperfunción, la posición de la laringe es de ascenso casi permanente casi todo el tiempo durante la emisión. El ataque vocal es brusco a lo que lo lleva al golpe intercordal. Este golpe puede producirse con mayor fuerza en el punto de convergencia del tercio anterior con los dos tercios posteriores, lo que originará una formación nodular o polipoidea. Si no se llega a formar ninguna de estas patologías, derivará en una hipotonía cordal con hipertonía laríngea.
En esta patología hay extrema tensión generalizada, con aparición intermitente de espasmos, que le quita brillo a la voz. La altura puede estar aumentada. La voz casi no consigue resonancia superior; los tonos agudos se emiten gritados y los graves son casi imposibles de realizar, lo mismo que a intensidad débil.
Si el golpe intercordal es más brusco puede producir un granuloma en uno de los cartílagos aritenoides, el cual puede ulcerar al contralateral.
Es poco común que una persona llegue a la consulta con este estado laríngeo cordal porque la voz le rinde y puede usarla a pesar de su tensión. Como se trata de una hipertonía generalizada se debe dar importancia al trabajo corporal, respiratorio y de eutonía de la zona oral.
Se trabajará con ejercicios que lleve a la laringe a la posición media, tanto con respecto a la altura como a la intensidad de los sonidos. El orden vocálico aconsejable es /u/, /o/, /a/, una vez recuperada la eutonía, la /e/ y por último la /i/. La intensidad a trabajar será media a débil en un principio; luego la media y cuando termine el tratamiento todas.
Hipertonía laríngea con hipotonía cordal:
Es producto de una hiperfunción anterior. Se trata de una pérdida de tensión cordal como consecuencia de la fatiga muscular y del constante tironeo intralaringeo.
Si el paciente no mejora su función correrá riesgo de que se produzca un avance en las bandas ventriculares, debido a la gran tensión supraglótica, y de convertirse en una declarada fonación de bandas.
Esta voz se escucha con un marcado escape de aire, desde lo cordal pero con una gran fuerza laríngea audible. Se sienten espasmos y cierto estrangulamiento que puede estar acompañado de engoladura. Es como si la voz viniera de atrás (de la orofaringe).
El tono vocal esta agravado pero la resonancia es casi completamente laríngea, por lo que no hay nada de resonancia pectoral; el descenso laríngeo no existe. En esta patología se debe prestar atención en un principio al tono muscular laríngeo más que al de las cuerdas vocales.
En un comienzo se debe favorecer el descenso laríngeo y trabajar las zonas media y grave, en una intensidad media y también con las vocales que basculen la laringe del centro hacia abajo, siempre con tendencia a la apertura del tracto. Recién cuando la laringe ha conseguido una posición media estable, se agregará el resto de los fonemas. Una vez que se logro la eufonía se debe ascender en la escala musical con mucho control auditivo de parte del terapeuta e interoceptivo de parte del paciente. El adiestramiento de la intensidad débil será el último paso a trabajar cuando el sujeto esté totalmente recuperado.
Hipertonía laríngea con contacto de bandas ventriculares:
Presenta una hipotonía cordal debajo de las bandas ventriculares hipertrofiadas que cumplen la función fonatoria. Se escuchan sujetos que utilizan su voz con mucha frecuencia, a intensidad muy fuerte cayendo en el grito. Los sujetos suelen ser hipertónicos en todos los sentidos. Se necesitan muchos años de esfuerzo para llegar a tener una voz de bandas ventriculares.
Su frecuencia es mayor en el sexo masculino en edad adulta. Se percibe sensación de tirantez y pinchazos en la laringe. Se siente la necesidad de carraspear muy seguido.
El signo principal es una disfonía de tipo espasmódico. La voz se escucha totalmente estrangulada en la laringe y orofaringe, en algunos casos hay diplofonía. Su extensión es extremadamente limitada. La emisión carece de musicalidad y armónicos. Las bandas producen ruido. El objetivo de la terapéutica es evitar el trabajo de las bandas ventriculares y estimular el uso de las cuerdas vocales. En un primer momento se recomienda reposo vocal. Se trabajarán solo las notas graves y las graves medias, ascendiendo semitono a semitono.
Es aconsejable las vocalizaciones sobre la vocal /u/ ya que contribuye a la configuración del tracto y al máximo descenso laríngeo. Se buscará con esta vocal la resonancia anterior. A medida que se aproxima a la zona media se pedirá que la emita pensándola como si fuera una /o/ para que mantenga la apretura de la cavidad oral y permitir que el sonido ascienda sobre los resonadores. Se pasará luego al fonema /a/ intercalándola con la /o/ y la /u/.
En un principio solo se trabajará con vocales, luego se agregarán las consonantes sordas, y por último las sonoras.
Patología nodular:
El nódulo cordal es una neoformación pequeña y blanca que se situa en el borde libre de una o de ambas cuerdas vocales, en la unión del tercio anterior con los dos tercios posteriores de las mismas. Los pacientes con esta patología poseen una respiración corta con marcadas aspiraciones y carencia de dosificación aérea, el tono de la voz está agravado y la intensidad se da en proporción a la distonía laríngea.
La voz se escucha velada, sin claridad y sin brillo. Rasposa en la voz hablada y en los tonos graves, mejorando hacia los agudos a intensidad fuerte. El sujeto siente que se le corta la voz al hablar, tiene sensación de cuerpo extraño, aumento de mucosidad, sensación de tirantez.
El objetivo será que la laringe vuelva a su tono de equilibrio para que se dé el equilibrio intercordal.
Patología con compromiso polipoideo:
Su etiología más frecuente es el mal uso o abuso de la voz con irritación cordal, incidiendo los golpes glóticos y la tensión laríngea.
La voz es velada y sin brillo y visualmente se nota una gran tensión de la musculatura extralaríngea al fonar.
El tratamiento es siempre quirúrgico seguido del fonológico.
Legislación Para la actividad docente, las disfonías, están consideradas como enfermedad profesional por la actual Ley de Riesgos del Trabajo (L.R.T).
En dicha Ley está explícitamente indicado que el empleador y las Aseguradoras son los que deben realizar exámenes de detección precoz, capacitación y mejoramiento en las condiciones de trabajo que originan alteraciones en la salud de los trabajadores.
Con la sanción de la Ley Nº 24.557 en el mes de febrero de 1996, la disfonía pasa a ser considerada una enfermedad laboral para el trabajador docente aunque todavía no existen muchas estadísticas acerca de cuáles son los agentes que están influyendo para que aparezca esta enfermedad, aunque sí algunas variables o condicionantes que se correlacionan con la aparición en el tiempo de la disfonía como daño, por ejemplo, la cantidad de alumnos por aula, cantidad de horas cátedras trabajadas o cantidad de colegios en los que se trabaja. La ley de riesgo del Trabajo (L.R.T) plantea claramente que los trabajadores deben realizar exámenes periódicos a fin de detectar precozmente patologías vinculables al Trabajo. Teóricamente la ley plantea la detección precoz, alejamiento de la fuente de riesgo, tratamiento oportuno y rehabilitación. En la práctica hasta la actualidad, estos exámenes no se realizan por lo cual el Departamento de Salud Laboral, a través de Centros Propios de Atención, estudia en los exámenes de control anuales, toda vinculación laboral etiológica y evolutiva.
Informes
El Departamento de Salud Laboral de S.U.T.E.B.A. (Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires) realizó un estudio diagnóstico en docentes durante su jornada laboral en el año 2004.
Los objetivos fueron los siguientes:
Realizar detección precoz de disfonías
Direccionar el tratamiento correspondiente
Orientar a los docentes en el marco de la L.R.T.
Dimensionar un proyecto preventivo en las escuelas sobre esta temática. El trabajo se realizó con la participación de fonoaudiólogas integrantes de los Centros de Salud propios de SUTEBA. Consistió en trabajar con un examen acústico de la voz, que consiste en una técnica de lectura por parte de los docentes y una interpretación de las alteraciones de la voz, por parte de las profesionales.
Se comprobó que el 56% de los trabajadores en actividad presentaban disfonías no alérgicas, ni infecciosas y que se incrementaban en relación directa a los años de antigüedad en la docencia
Evidentemente en la mayoría de los casos los docentes o por no perder días, o por no dejar a los chicos, o porque “todavía aguantamos un poco mas” no consultan a tiempo y la mayoría de las veces la enfermedad en las cuerdas vocales ya estaba instalada.
Los docentes encuestados fueron 236 y la cantidad de horas trabajadas por todos era de 8 hs. diarias.
Los resultados obtenidos fueron:
132 presentaban disfonía
47% tenían antecedentes de disfonías a repetición
73% de las disfonías presentaban incoordinación fonorespiratoria.
Con relación a la exposición a través del tiempo se obtuvieron los siguientes datos altamente significativos:
6% de estos docentes tenían una antigüedad laboral menos a los 5 años.
26% tenían una antigüedad laboral entre los 5 y los 10 años.
29% tenían antigüedad laboral entre los 10 y 15 años
41% con antigüedad laboral mayor a los 15 años. Por otra parte es dable destacar que no se han realizado durante años exámenes periódicos a los docentes, con el agravante específico, en esta actividad, que los exámenes pre-ocupacionales se realizan cuando el trabajador pasa a categoría de titular, hecho que puede ocurrir 5, 10 o 15 años después de haber comenzado a trabajar, sin ningún examen preventivo.
El siguiente informe es parte de este programa integral de promoción y prevención de la salud, en la comunidad docente afiliada al SUTEBA y se implementa como una herramienta de diagnóstico de situación, primera etapa de una planificación tendiente a proteger la salud laboral de los trabajadores de la educación.
Se diseñó una Historia Clínica sistematizada con doble función: encuesta de condiciones socioeconómicas y laborales y de memorando de prácticas preventivas y de promoción de la salud. Se creó una base de datos en Epi Info Versión 6.0 y se instaló la misma en las computadoras de cada Centro de Salud, donde se hizo la carga de las historias Clínicas.
Se analizaron 1851 historias clínicas del Programa de Salud del Docente, considerando variables socioeconómicas, condiciones de trabajo, accidentes de trabajo, enfermedades laborales, y screening de patologías generales y relacionadas con el trabajo docente.
Resultados: La mayoría de los docentes encuestados eran mujeres (90%) con una edad promedio de 42 años.
Más de la mitad de los docentes encuestados era sostén de familia (57%) y la mayoría (83,5%) no tiene otras actividades remuneradas aparte de la docencia.
El 20% (N=325) sobre un total de 1620 docentes encuestados, tenía antecedentes de haber adquirido una actividad infectocontagiosa durante su actividad laboral Varias de estas enfermedades son típicas de la infancia, cuando son contraídas en la adultez suelen tener mayor morbilidad e incluso ocasionar la muerte. Todas ellas son prevenibles con vacunas y los docentes susceptibles (aquellos que no han tenido la enfermedad) deben considerarse en exposición de riesgo por estar en contacto con niños. También se observó mayor prevalencia de enfermedades infectocontagiosas en los docentes de las ramas inicial (32%), y en los maestros (27%) y preceptores (22%) ES decir en aquellos que están en mayor contacto con los niños.
El 11% (N=193) sobre un total de 1793 docentes encuestados afirmó tener antecedentes de licencias prolongadas o cambios de funciones en su historia laboral.
Los problemas relacionados a la esfera psicológica fueron la causa del 22% de las licencias o cambios de funciones.
El 46% (N=838) de 1821 docentes encuestados tenía antecedente de disfonías afebriles, que en el 96% de los casos se recuperaba en el período de vacaciones. Los maestros y los profesores tuvieron mayor proporción de disfonía que los otros cargos (50% ambos). Se observó una clara relación lineal entre cantidad de cargos y antecedente de disfonía.
El 44% de 1755 docentes encuestados afirmaron haber tenido dificultad para concentrarse en el último año.
El 42% de 1789 docentes encuestados (N= 757) afirmó haber tenido dificultades para conciliar o mantener el sueño o sueño durante el día, en el último año. Se vio que los docentes mas jóvenes tenían mas insomnio o somnolencia diurna que los mayores, a diferencia de la población general, donde este síntomas es mas frecuente en la gente de edad mas avanzada.
Ante la pregunta si habían tenido cansancio en forma prolongada en el último año, el 63% de 1782 docentes respondieron SI.
El 20% de los docentes consumían psicofármacos, el uso de psicofármacos fue mas frecuente en los docentes de 40 años en adelante, observándose una relación lineal entre edad y consumo de psicofármacos.
El 17% de 1788 docentes encuestados había realizado psicoterapia en el último año.
Ante la pregunta si tenían dolores de la columna vertebral 851 de 1773 docentes encuestados (48%) respondieron SI y 922 respondieron NO (52%).Las siguientes ramas tenían con mayor frecuencia trastornos en la columna vertebral: Educación Física, Inicial y Especial (51%).
En síntesis
Los Docentes poseen como objeto de estudio, el proceso de Enseñanza – Aprendizaje, y si bien es conocido que aceptan poseer dificultades vocales, no realizan los cuidados ni la educación suficientes para poder prevenirlos y utilizan su voz habitual durante su actividad profesional.
Por lo expuesto surge la necesidad de concientizar a los Profesionales de la voz, en especial a este grupo, sobre la importancia que posee el cuidado y la educación vocal en el ejercicio de su actividad profesional.
Para poder llevar a cabo este propósito sería importante incluir materias específicas durante la formación profesional y en el caso que ya existan, se trataría de innovar los recursos y estrategias para que puedan acercar al alumno a la responsabilidad que significa la aplicación de las Conductas Preventivas. Estas materias deberán ser dictadas por Licenciados en Fonoaudiología quienes posibilitarían el entrenamiento vocal adecuado a los requerimientos de cada Profesional y la Higiene Vocal correspondiente.
De esta manera, los alumnos, futuros Profesionales de la voz, aplicarían las Conductas Preventivas en el momento adecuado (durante su formación) y al observar los resultados en su voz, comenzarían a tomar conciencia de la importancia que poseen las Conductas Preventivas. También es importante promover acciones tendientes a cambiar actitudes perjudiciales hacia la voz en todos los Profesionales de la Voz, fuera del ámbito universitario, a través de charlas, folletos y publicidades en radio o televisión. La Salud Vocal no es solo un derecho de todos, sino que también es una responsabilidad de cada uno y un objetivo que los Licenciados en Fonoaudiología deben plantearse en cada paciente, sea Profesional de la voz o no.
Conclusiones La Prevención Vocal es la “conciencia de eufonía basada en dos pilares fundamentales: la educación de la voz y los cuidados o higiene vocal”. “La conciencia de sí mismo” es un proceso de atención progresivo y autoreflexivo a estados internos que va a generar actitudes y / o conductas que expresan lo que experimenta, aquí y ahora, un individuo en una situación total actual, tal como él la siente. En esta conciencia autoreflexiva la mente observa e investiga las experiencias del hacer incluidas las emociones. Esto es la unidad y la coherencia del hacer, pensar, sentir La mayoría de las personas no se responsabiliza del uso de sí mismo que realiza al utilizar su voz profesionalmente. En general, no piensan como utilizan su voz hasta que descubren que determinados hábitos perjudican su rendimiento vocal y es entonces, cuando se enfrentan a la fuerza de dichos hábitos, que les resulta imprescindible tener una idea de “como” hacen para emitir la voz. La educación y los cuidados tienen por finalidad evitar abusos y malos usos vocales. En lo atinente a la educación vocal es deseable pensarla como una ayuda para lograr optimizar el uso de la voz consciente y a evitar disfunciones producidas por no haber tomado en cuenta el efecto que tiene el uso vocal erróneo sobre el funcionamiento psicofísico del profesional y que le permita realizar un entrenamiento personalizado, específico, particularizado, progresivo y constante. Personalizado porque se programará a partir de las capacidades y aptitudes del profesional. Particularizado porque se adecuará a los “usos de sí vocal” de cada profesional. Específico porque atenderá a las características de la tarea habitual a realizar por el profesional. Progresivo porque se irá profundizando a medida que las exigencias de sus tareas habituales se modifiquen y / o aumenten. Constante porque iniciado durante su formación profesional, no debiera interrumpirse mientras continúe su actividad. En relación a los cuidados o higiene vocal creo que reconocer que lo que hacemos con nosotros mismos determina nuestra calidad de vida vocal y que tenemos la posibilidad de elegir si somos conscientes de lo que deseamos hacer; esto traerá como consecuencia un mejoramiento de la calidad de nuestra salud vocal. Cada persona tiene capacidades fonatorias que le son propias tales como aptitudes vocales, resistencias al abuso o mal uso vocal, modos de reacción particulares ante las demandas de quienes lo escuchan o ante las exigencias de la tarea a desarrollar, sentimientos y pensamientos experimentados ante la aparición de dificultades vocales, conductas subyacentes tales como metas y expectativas, culpas y beneficios secundarios. En este interjuego entre demandas y capacidades se irán generando hábitos de uso vocal personales que estarán en relación a las exigencias y características del medio en el que la persona desarrolle sus actividades cotidianas mediatizadas por su voz.
Lic. Daniel Guzmán
FonoaudiólogoUna disfonía responde a una alteración del tono muscular de la laringe, que conduce a una distonía de la musculatura cordal y pericordal. Esta distonía laríngea es la que acarrea todas las alteraciones funcionales de la voz.
Dice J.C. Coste: “La hipertonía es causa de malestar si no logra resolverse en una actividad equivalente”. Es energía mal canalizada o estancada en el cuerpo. Según H. Wallon tono y emoción son dos caras de la misma moneda.
Uno de los objetivos de la terapéutica vocal es “armar” o “re-armar” el camino vocal en pos de la afluencia natural de la voz.
Hipertonía laríngea con hiperfunción cordal: Este estado refiere a una tensión generalizada de la laringe con cuerdas en hiperfunción, la posición de la laringe es de ascenso casi permanente casi todo el tiempo durante la emisión. El ataque vocal es brusco a lo que lo lleva al golpe intercordal. Este golpe puede producirse con mayor fuerza en el punto de convergencia del tercio anterior con los dos tercios posteriores, lo que originará una formación nodular o polipoidea. Si no se llega a formar ninguna de estas patologías, derivará en una hipotonía cordal con hipertonía laríngea.
En esta patología hay extrema tensión generalizada, con aparición intermitente de espasmos, que le quita brillo a la voz. La altura puede estar aumentada. La voz casi no consigue resonancia superior; los tonos agudos se emiten gritados y los graves son casi imposibles de realizar, lo mismo que a intensidad débil.
Si el golpe intercordal es más brusco puede producir un granuloma en uno de los cartílagos aritenoides, el cual puede ulcerar al contralateral.
Es poco común que una persona llegue a la consulta con este estado laríngeo cordal porque la voz le rinde y puede usarla a pesar de su tensión. Como se trata de una hipertonía generalizada se debe dar importancia al trabajo corporal, respiratorio y de eutonía de la zona oral.
Se trabajará con ejercicios que lleve a la laringe a la posición media, tanto con respecto a la altura como a la intensidad de los sonidos. El orden vocálico aconsejable es /u/, /o/, /a/, una vez recuperada la eutonía, la /e/ y por último la /i/. La intensidad a trabajar será media a débil en un principio; luego la media y cuando termine el tratamiento todas.
Hipertonía laríngea con hipotonía cordal:
Es producto de una hiperfunción anterior. Se trata de una pérdida de tensión cordal como consecuencia de la fatiga muscular y del constante tironeo intralaringeo.
Si el paciente no mejora su función correrá riesgo de que se produzca un avance en las bandas ventriculares, debido a la gran tensión supraglótica, y de convertirse en una declarada fonación de bandas.
Esta voz se escucha con un marcado escape de aire, desde lo cordal pero con una gran fuerza laríngea audible. Se sienten espasmos y cierto estrangulamiento que puede estar acompañado de engoladura. Es como si la voz viniera de atrás (de la orofaringe).
El tono vocal esta agravado pero la resonancia es casi completamente laríngea, por lo que no hay nada de resonancia pectoral; el descenso laríngeo no existe. En esta patología se debe prestar atención en un principio al tono muscular laríngeo más que al de las cuerdas vocales.
En un comienzo se debe favorecer el descenso laríngeo y trabajar las zonas media y grave, en una intensidad media y también con las vocales que basculen la laringe del centro hacia abajo, siempre con tendencia a la apertura del tracto. Recién cuando la laringe ha conseguido una posición media estable, se agregará el resto de los fonemas. Una vez que se logro la eufonía se debe ascender en la escala musical con mucho control auditivo de parte del terapeuta e interoceptivo de parte del paciente. El adiestramiento de la intensidad débil será el último paso a trabajar cuando el sujeto esté totalmente recuperado.
Hipertonía laríngea con contacto de bandas ventriculares:
Presenta una hipotonía cordal debajo de las bandas ventriculares hipertrofiadas que cumplen la función fonatoria. Se escuchan sujetos que utilizan su voz con mucha frecuencia, a intensidad muy fuerte cayendo en el grito. Los sujetos suelen ser hipertónicos en todos los sentidos. Se necesitan muchos años de esfuerzo para llegar a tener una voz de bandas ventriculares.
Su frecuencia es mayor en el sexo masculino en edad adulta. Se percibe sensación de tirantez y pinchazos en la laringe. Se siente la necesidad de carraspear muy seguido.
El signo principal es una disfonía de tipo espasmódico. La voz se escucha totalmente estrangulada en la laringe y orofaringe, en algunos casos hay diplofonía. Su extensión es extremadamente limitada. La emisión carece de musicalidad y armónicos. Las bandas producen ruido. El objetivo de la terapéutica es evitar el trabajo de las bandas ventriculares y estimular el uso de las cuerdas vocales. En un primer momento se recomienda reposo vocal. Se trabajarán solo las notas graves y las graves medias, ascendiendo semitono a semitono.
Es aconsejable las vocalizaciones sobre la vocal /u/ ya que contribuye a la configuración del tracto y al máximo descenso laríngeo. Se buscará con esta vocal la resonancia anterior. A medida que se aproxima a la zona media se pedirá que la emita pensándola como si fuera una /o/ para que mantenga la apretura de la cavidad oral y permitir que el sonido ascienda sobre los resonadores. Se pasará luego al fonema /a/ intercalándola con la /o/ y la /u/.
En un principio solo se trabajará con vocales, luego se agregarán las consonantes sordas, y por último las sonoras.
Patología nodular:
El nódulo cordal es una neoformación pequeña y blanca que se situa en el borde libre de una o de ambas cuerdas vocales, en la unión del tercio anterior con los dos tercios posteriores de las mismas. Los pacientes con esta patología poseen una respiración corta con marcadas aspiraciones y carencia de dosificación aérea, el tono de la voz está agravado y la intensidad se da en proporción a la distonía laríngea.
La voz se escucha velada, sin claridad y sin brillo. Rasposa en la voz hablada y en los tonos graves, mejorando hacia los agudos a intensidad fuerte. El sujeto siente que se le corta la voz al hablar, tiene sensación de cuerpo extraño, aumento de mucosidad, sensación de tirantez.
El objetivo será que la laringe vuelva a su tono de equilibrio para que se dé el equilibrio intercordal.
Patología con compromiso polipoideo:
Su etiología más frecuente es el mal uso o abuso de la voz con irritación cordal, incidiendo los golpes glóticos y la tensión laríngea.
La voz es velada y sin brillo y visualmente se nota una gran tensión de la musculatura extralaríngea al fonar.
El tratamiento es siempre quirúrgico seguido del fonológico.
Legislación Para la actividad docente, las disfonías, están consideradas como enfermedad profesional por la actual Ley de Riesgos del Trabajo (L.R.T).
En dicha Ley está explícitamente indicado que el empleador y las Aseguradoras son los que deben realizar exámenes de detección precoz, capacitación y mejoramiento en las condiciones de trabajo que originan alteraciones en la salud de los trabajadores.
Con la sanción de la Ley Nº 24.557 en el mes de febrero de 1996, la disfonía pasa a ser considerada una enfermedad laboral para el trabajador docente aunque todavía no existen muchas estadísticas acerca de cuáles son los agentes que están influyendo para que aparezca esta enfermedad, aunque sí algunas variables o condicionantes que se correlacionan con la aparición en el tiempo de la disfonía como daño, por ejemplo, la cantidad de alumnos por aula, cantidad de horas cátedras trabajadas o cantidad de colegios en los que se trabaja. La ley de riesgo del Trabajo (L.R.T) plantea claramente que los trabajadores deben realizar exámenes periódicos a fin de detectar precozmente patologías vinculables al Trabajo. Teóricamente la ley plantea la detección precoz, alejamiento de la fuente de riesgo, tratamiento oportuno y rehabilitación. En la práctica hasta la actualidad, estos exámenes no se realizan por lo cual el Departamento de Salud Laboral, a través de Centros Propios de Atención, estudia en los exámenes de control anuales, toda vinculación laboral etiológica y evolutiva.
Informes
El Departamento de Salud Laboral de S.U.T.E.B.A. (Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires) realizó un estudio diagnóstico en docentes durante su jornada laboral en el año 2004.
Los objetivos fueron los siguientes:
Realizar detección precoz de disfonías
Direccionar el tratamiento correspondiente
Orientar a los docentes en el marco de la L.R.T.
Dimensionar un proyecto preventivo en las escuelas sobre esta temática. El trabajo se realizó con la participación de fonoaudiólogas integrantes de los Centros de Salud propios de SUTEBA. Consistió en trabajar con un examen acústico de la voz, que consiste en una técnica de lectura por parte de los docentes y una interpretación de las alteraciones de la voz, por parte de las profesionales.
Se comprobó que el 56% de los trabajadores en actividad presentaban disfonías no alérgicas, ni infecciosas y que se incrementaban en relación directa a los años de antigüedad en la docencia
Evidentemente en la mayoría de los casos los docentes o por no perder días, o por no dejar a los chicos, o porque “todavía aguantamos un poco mas” no consultan a tiempo y la mayoría de las veces la enfermedad en las cuerdas vocales ya estaba instalada.
Los docentes encuestados fueron 236 y la cantidad de horas trabajadas por todos era de 8 hs. diarias.
Los resultados obtenidos fueron:
132 presentaban disfonía
47% tenían antecedentes de disfonías a repetición
73% de las disfonías presentaban incoordinación fonorespiratoria.
Con relación a la exposición a través del tiempo se obtuvieron los siguientes datos altamente significativos:
6% de estos docentes tenían una antigüedad laboral menos a los 5 años.
26% tenían una antigüedad laboral entre los 5 y los 10 años.
29% tenían antigüedad laboral entre los 10 y 15 años
41% con antigüedad laboral mayor a los 15 años. Por otra parte es dable destacar que no se han realizado durante años exámenes periódicos a los docentes, con el agravante específico, en esta actividad, que los exámenes pre-ocupacionales se realizan cuando el trabajador pasa a categoría de titular, hecho que puede ocurrir 5, 10 o 15 años después de haber comenzado a trabajar, sin ningún examen preventivo.
El siguiente informe es parte de este programa integral de promoción y prevención de la salud, en la comunidad docente afiliada al SUTEBA y se implementa como una herramienta de diagnóstico de situación, primera etapa de una planificación tendiente a proteger la salud laboral de los trabajadores de la educación.
Se diseñó una Historia Clínica sistematizada con doble función: encuesta de condiciones socioeconómicas y laborales y de memorando de prácticas preventivas y de promoción de la salud. Se creó una base de datos en Epi Info Versión 6.0 y se instaló la misma en las computadoras de cada Centro de Salud, donde se hizo la carga de las historias Clínicas.
Se analizaron 1851 historias clínicas del Programa de Salud del Docente, considerando variables socioeconómicas, condiciones de trabajo, accidentes de trabajo, enfermedades laborales, y screening de patologías generales y relacionadas con el trabajo docente.
Resultados: La mayoría de los docentes encuestados eran mujeres (90%) con una edad promedio de 42 años.
Más de la mitad de los docentes encuestados era sostén de familia (57%) y la mayoría (83,5%) no tiene otras actividades remuneradas aparte de la docencia.
El 20% (N=325) sobre un total de 1620 docentes encuestados, tenía antecedentes de haber adquirido una actividad infectocontagiosa durante su actividad laboral Varias de estas enfermedades son típicas de la infancia, cuando son contraídas en la adultez suelen tener mayor morbilidad e incluso ocasionar la muerte. Todas ellas son prevenibles con vacunas y los docentes susceptibles (aquellos que no han tenido la enfermedad) deben considerarse en exposición de riesgo por estar en contacto con niños. También se observó mayor prevalencia de enfermedades infectocontagiosas en los docentes de las ramas inicial (32%), y en los maestros (27%) y preceptores (22%) ES decir en aquellos que están en mayor contacto con los niños.
El 11% (N=193) sobre un total de 1793 docentes encuestados afirmó tener antecedentes de licencias prolongadas o cambios de funciones en su historia laboral.
Los problemas relacionados a la esfera psicológica fueron la causa del 22% de las licencias o cambios de funciones.
El 46% (N=838) de 1821 docentes encuestados tenía antecedente de disfonías afebriles, que en el 96% de los casos se recuperaba en el período de vacaciones. Los maestros y los profesores tuvieron mayor proporción de disfonía que los otros cargos (50% ambos). Se observó una clara relación lineal entre cantidad de cargos y antecedente de disfonía.
El 44% de 1755 docentes encuestados afirmaron haber tenido dificultad para concentrarse en el último año.
El 42% de 1789 docentes encuestados (N= 757) afirmó haber tenido dificultades para conciliar o mantener el sueño o sueño durante el día, en el último año. Se vio que los docentes mas jóvenes tenían mas insomnio o somnolencia diurna que los mayores, a diferencia de la población general, donde este síntomas es mas frecuente en la gente de edad mas avanzada.
Ante la pregunta si habían tenido cansancio en forma prolongada en el último año, el 63% de 1782 docentes respondieron SI.
El 20% de los docentes consumían psicofármacos, el uso de psicofármacos fue mas frecuente en los docentes de 40 años en adelante, observándose una relación lineal entre edad y consumo de psicofármacos.
El 17% de 1788 docentes encuestados había realizado psicoterapia en el último año.
Ante la pregunta si tenían dolores de la columna vertebral 851 de 1773 docentes encuestados (48%) respondieron SI y 922 respondieron NO (52%).Las siguientes ramas tenían con mayor frecuencia trastornos en la columna vertebral: Educación Física, Inicial y Especial (51%).
En síntesis
Los Docentes poseen como objeto de estudio, el proceso de Enseñanza – Aprendizaje, y si bien es conocido que aceptan poseer dificultades vocales, no realizan los cuidados ni la educación suficientes para poder prevenirlos y utilizan su voz habitual durante su actividad profesional.
Por lo expuesto surge la necesidad de concientizar a los Profesionales de la voz, en especial a este grupo, sobre la importancia que posee el cuidado y la educación vocal en el ejercicio de su actividad profesional.
Para poder llevar a cabo este propósito sería importante incluir materias específicas durante la formación profesional y en el caso que ya existan, se trataría de innovar los recursos y estrategias para que puedan acercar al alumno a la responsabilidad que significa la aplicación de las Conductas Preventivas. Estas materias deberán ser dictadas por Licenciados en Fonoaudiología quienes posibilitarían el entrenamiento vocal adecuado a los requerimientos de cada Profesional y la Higiene Vocal correspondiente.
De esta manera, los alumnos, futuros Profesionales de la voz, aplicarían las Conductas Preventivas en el momento adecuado (durante su formación) y al observar los resultados en su voz, comenzarían a tomar conciencia de la importancia que poseen las Conductas Preventivas. También es importante promover acciones tendientes a cambiar actitudes perjudiciales hacia la voz en todos los Profesionales de la Voz, fuera del ámbito universitario, a través de charlas, folletos y publicidades en radio o televisión. La Salud Vocal no es solo un derecho de todos, sino que también es una responsabilidad de cada uno y un objetivo que los Licenciados en Fonoaudiología deben plantearse en cada paciente, sea Profesional de la voz o no.
Conclusiones La Prevención Vocal es la “conciencia de eufonía basada en dos pilares fundamentales: la educación de la voz y los cuidados o higiene vocal”. “La conciencia de sí mismo” es un proceso de atención progresivo y autoreflexivo a estados internos que va a generar actitudes y / o conductas que expresan lo que experimenta, aquí y ahora, un individuo en una situación total actual, tal como él la siente. En esta conciencia autoreflexiva la mente observa e investiga las experiencias del hacer incluidas las emociones. Esto es la unidad y la coherencia del hacer, pensar, sentir La mayoría de las personas no se responsabiliza del uso de sí mismo que realiza al utilizar su voz profesionalmente. En general, no piensan como utilizan su voz hasta que descubren que determinados hábitos perjudican su rendimiento vocal y es entonces, cuando se enfrentan a la fuerza de dichos hábitos, que les resulta imprescindible tener una idea de “como” hacen para emitir la voz. La educación y los cuidados tienen por finalidad evitar abusos y malos usos vocales. En lo atinente a la educación vocal es deseable pensarla como una ayuda para lograr optimizar el uso de la voz consciente y a evitar disfunciones producidas por no haber tomado en cuenta el efecto que tiene el uso vocal erróneo sobre el funcionamiento psicofísico del profesional y que le permita realizar un entrenamiento personalizado, específico, particularizado, progresivo y constante. Personalizado porque se programará a partir de las capacidades y aptitudes del profesional. Particularizado porque se adecuará a los “usos de sí vocal” de cada profesional. Específico porque atenderá a las características de la tarea habitual a realizar por el profesional. Progresivo porque se irá profundizando a medida que las exigencias de sus tareas habituales se modifiquen y / o aumenten. Constante porque iniciado durante su formación profesional, no debiera interrumpirse mientras continúe su actividad. En relación a los cuidados o higiene vocal creo que reconocer que lo que hacemos con nosotros mismos determina nuestra calidad de vida vocal y que tenemos la posibilidad de elegir si somos conscientes de lo que deseamos hacer; esto traerá como consecuencia un mejoramiento de la calidad de nuestra salud vocal. Cada persona tiene capacidades fonatorias que le son propias tales como aptitudes vocales, resistencias al abuso o mal uso vocal, modos de reacción particulares ante las demandas de quienes lo escuchan o ante las exigencias de la tarea a desarrollar, sentimientos y pensamientos experimentados ante la aparición de dificultades vocales, conductas subyacentes tales como metas y expectativas, culpas y beneficios secundarios. En este interjuego entre demandas y capacidades se irán generando hábitos de uso vocal personales que estarán en relación a las exigencias y características del medio en el que la persona desarrolle sus actividades cotidianas mediatizadas por su voz.
Lic. Daniel Guzmán
MN 8815
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