Sabemos que los cantantes además de padecer las enfermedades de la larínge comunes al resto de las personas, sufren las propias de su actividad profesional. Un cantante que emplea una correcta técnica vocal, que cuida su repertorio y no sobrecarga no debería lesionarse la voz.
Algunas de las patologías frecuentes serían:
SOBRECARGA VOCAL: es una manifestación de una actividad vocal excesiva. Puede aparecer incluso en cantantes que poseen buena técnica pero cantan por encima de su capacidad física. Puede también sobrevenir a intensas horas de estudio o actuación. Esta SOBRECARGA se divide en 3 grados.
Grado 1: aparece exceso de secreciones en cuerdas vocales. El cantante comienza a carraspear, la voz puede agravarse o enronquecerse y hasta puede haber molestias en la larínge.
Grado 2: aparece una irregularidad poco perceptible a lo largo del 1/3 medio del borde libre de los repliegues vocales con aumento de secreciones. Le cuesta arribar a la zona aguda y la voz comienza a fatigarse.
Grado 3: Inflamación leve y concentrada en el 1/3 medio de ambos repliegues. Hay una sutil diferencia con la patología nodular. Esta sobrecarga la vemos en los cantantes principiantes o en los que no suelen rechazar ninguno de los papeles que les ofrecen.
HEMORRAGIA EN CUERDAS VOCALES: se ve con más frecuencia en los cantantes líricos. Suele darse en personas con capilares llamativos en la cara superior de las cuerdas vocales. Pueden aparecer en los calentamientos intempestivos y/o la toma de ácido acetilsalícílico.
NÓDULOS: Por lo general se da en jóvenes cantantes y lo desencadena el mal uso y/o abuso vocal. Cantar papeles fuera de las posibilidades. Se suele notar un dejo de aire que escapa por el espacio anterior y posterior que dejan los nódulos en contacto. Depende del estadío en que estén podrán desaparecer con el tratamiento foniátrico o con intervención quirúrgica.
DEFECTO DE CIERRE POSTERIOR: al analizar esta patología se debe ser cauto, porque puede ser un hallazgo normal. No es normal cuando el cantante consulta por falta de brillo o mordiente. Se suele producir por debilidad muscular; aunque tiene también relación con la técnica defectuosa.
Lic. Daniel Guzmán - Fonoaudiólogo MN 8815 MP 4697
Hospital San Juan de Dios - Doctorando en Fonoaudiologia
Docente de Posgrado de la Facultad de Medicina USAL
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