No importa como sea el afuera, importa como uno puede modificar la realidad desde su propio equilibrio psíquico- emocional.
Una garganta cerrada, una voz apretada, se relaciona con el no hacerse cargo, con la inmadurez, con proyectar en el afuera lo oscuro del adentro.
Debemos sacarnos esas corazas históricas que traemos para poder movernos libremente. Recordemos que la zona laringea es la del control y la fuerza. Su función es la de cierre que nos permite realizar diferentes actividades como deglutir, defecar, parir, orinar, levantar peso, etc. Es un chakra de control.
El sonido perdido es el que las circunstancias de la vida van acallando, cercenando, tensando, desafinando, endureciendo y que en algún momento de la vida, algunos sujetos necesitan re-descubrir, re-encontrar o descubrir por primera vez.
A veces lleva tiempo romper esas corazas corporales, debemos flexibilizarlas y darle forma nuevamente.
Esto es un proceso, y como en todos los procesos nos vamos a encontrar con avances y retrocesos, que son necesarios para avanzar en la tarea propuesta. Cuando vamos rompiendo esas corazas sentimos un alivio enorme, se trata de des-integrar para volver a integrar, pero esta vez desde un lugar nuevo y con otra experiencia.
Lic. Daniel Guzmán
Fonoaudiólogo MN8815
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